Ayer… mientras dormía,
en un sueño pude ver que es lo que me tiene unido a ti.
Esa tierna ingenuidad,
que abriga la dulzura de tu rostro,
acompañada de una pequeña sonrisa,
que alegra los días, mis días, mis noches.
Son tus manos, perfectas para mí,
que Dios quisiera a su disposición,
para construir el cielo.
Son tus ojos los que iluminan mi camino
y me guían a seguir por ti.
Y es cuando el sueño se apodera de mi,
que puedo ver lo que realmente eres,
por eso es que cuando duermo,
le digo al cielo y a ti mi ángel…
dulces sueños.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario